La muerte de un ser querido es un tema difícil de explicar, y sobre todo, a nuestros hijos. Compartimos herramientas y consejos para encontrar la mejor manera para hacerlo. La muerte de un ser querido es un tema muy importante y es necesario que puedan comprenderlo.
Conocemos la muerte desde pequeños: nuestros padres nos contaban historias de princesas que incluían, de manera sencilla, simple y lúdica, el tema de la muerte. También lo vemos en las películas, en programas y series de televisión. Hoy la mayoría de las caricaturas tratan este tema como un asunto normal. Y, por supuesto, por el deceso de algún pariente cercano.
La explicación de la muerte varía en la etapa emocional y cognitiva en la que se encuentren los hijos, por ejemplo:
• Si tienen menos de dos años no tienes problema en hablar con ellos, pues el concepto de la muerte es desconocido para ellos y no pueden entender la dimensión de su significado.
• Ahora bien, si tienen de tres a seis años, hablar de la muerte puede convertirse en todo un desafío, porque es necesario separar los conceptos de fantasía y realidad.
• Los niños de seis en adelante pueden llegar a entender la muerte como algo definitivo si media una buena explicación.
Con todo, la muerte es un tema complicado de tratar en cualquier etapa de la vida. A pesar de que los niños perciben lo que pasa a su alrededor, la mejor forma de hacerlo es conocer e informarnos sobre el tema. Si alguna vez te tocó enfrentar esta terrible situación y no lo hiciste bien, o mejor aún, si todavía no llegó el momento, en esta nota vas a encontrar algunos consejos para hablar con tus hijos sobre el tema de la muerte:
1. Indagar si conocen del tema:
Los niños, por lo regular, viven en un mundo de fantasía, sin embargo, investiga sobre el concepto que tienen de la muerte: ¿qué entienden?, ¿qué saben?, si tienen idea de qué se trata. Es importante que cuando los hijos pregunten estemos preparadas para darles la mejor respuesta posible, con el fin de ayudarlos a comprender la realidad y evitarles angustia, confusión y dolor.
2. Hablar con la verdad:
Cuando se enfrenta la muerte de un ser querido o una persona muy cercana, es importante hablar del tema de manera natural, explicando de forma sencilla y practica en los términos de las funciones del cuerpo: cuando alguien muere, por ejemplo, deja de respirar, de comer y de sentir. Evita explicaciones largas y confusas, y no dar la noticia de golpe, de esta forma lograrás un mejor entendimiento y mayor comprensión.
3. Fantasía y realidad:
En el mundo de los dibujos animados los personajes, a pesar de que mueren, siempre aparecen en los capítulos siguientes. Reviven, por decirlo de algún modo. Es importante que aclares a tus hijos que en la realidad la muerte es permanente, que como seres humanos llega el momento en que nuestro cuerpo ya no funciona y que no podrán ver más a esa persona querida que ha fallecido.
4. No guardar falsas esperanzas:
Decirles a tus hijos que ese ser querido les manda besos del cielo y que los cuida siempre, es una forma de confundir y prolongar su dolor y sufrimiento, porque para ellos, lo que decimos siempre será una «verdad absoluta». Recordá que ellos creen en nuestras acciones y palabras, y que las toman como ejemplo a seguir en sus vidas.
5. Evitar miedos y culpas:
No es recomendable que decirles que la persona querida se quedó dormida, porque puede generarles miedo de irse a dormir y ya no despertar. Contarles que se fue al «cielo» puede hacerles temer portarse mal o bien, pues la creencia de ir al cielo se relaciona con gente buena. Recordá que las palabras que uses al explicar la muerte deben ser sencillas, evitando confusiones para no suscitar culpas.
6. Cultivar la fe:
Es momento de enseñarles sobre las creencias religiosas y hacerles ver que la muerte no significa olvidarse de una persona. Compartí con tus hijos los recuerdos, fotografías e historias de la persona que murió; contales que siempre vivirá en su corazón y en su memoria. Esto te ayudará a sobrellevar el duelo a vos también.
7. Seguir adelante:
No cortes la rutina habitual de tus hijos, mantente siempre activo y demostrales que también te sentís triste y que no por ello vas a dejar de hacer tus actividades. Es el momento oportuno para enseñarles lo maravilloso que es vivir.
Afrontar la muerte de un ser querido es un proceso que solo cura el tiempo; a pesar de eso, hay que enseñarles a los hijos a sobrellevar el dolor, para que no surjan confusiones, miedos y angustias. La mejor forma de lograrlo es mediante la unión familiar y una estrecha comunicación.