La pérdida de un hijo golpea a la familia en todas sus dimensiones mientras que los padres quedan entumecidos ante esta desgarradora realidad que les destroza el corazón. Los familiares y los amigos serán pilares primordiales en este camino de comprensión y acompañamiento por lo que te damos sugerencias sobre cómo pueden acompañar a los padres en duelo para que éstos se sientan contenidos emocionalmente.
Ofrecer ayuda práctica:
En momentos de dolor tan abrumadores cualquier tarea cotidiana se vuelve en un complejo esfuerzo.
No dudes en preguntar en qué puede ayudar. En caso de que su amigo no quiera esta asistencia, vuelva a preguntarle o bien averigüe a través de otros amigos o familiares qué tipo de ayuda necesita. Durante el duelo gran parte de las energías están destinadas a la elaboración de la pérdida por lo que puede ser difícil organizar hasta las tareas más sencillas de la casa. Hacerse responsable de preparar la comida, llevar a los niños al colegio, ir al banco, limpiar la casa, etc. puede ser de gran ayuda para los padres que podrán dedicar este tiempo a comprender y aceptar la triste realidad. Inclusive puede organizar con sus amigos una división de tareas para que cada uno de ellos esté encargado de una responsabilidad doméstica en particular.
Es importante escuchar:
Los padres en duelo necesitan del apoyo de seres queridos a quienes contarle su dolor.
Dejá que expresen su enojo, dolor, incredulidad y culpa frente a esta muerte sin emitir juicios de valor al respecto. Es importante comprender que los padres tienen necesidad de hablar una y otra vez de la pérdida de su hijo así como de las circunstancias de la muerte como una manera de comprender y aceptar esta realidad. No evites hablar con tu amigo porque no sabés qué decirle. En caso de que se ponga a llorar es importante saber que las palabras pueden ser inútiles por lo que no dudés en abrazarlo o llevarlo a un lugar más tranquilo para permitir que se calme. Si no es posible ir a la casa personalmente debido a motivos laborales o personales, es muy importante que le hagas saber que usted está pensado en él ya sea a través de una llamada telefónica, un mensaje o un correo electrónico.
Evitar flashes cliché:
No digas frases mágicas que buscan consolar a los padres en duelo. Un abrazo y una caricia ofrecen mayor consuelo.
Las personas no quieren ver sufrir a su ser querido por lo que aconsejan sobre cómo debería seguir adelante luego de esta pérdida diciendo frases que sólo traerán enojo en el doliente. Evitá decir palabras como “Tienes que seguir adelante”, “Yo sé cómo se siente”, etc. Estas frases sólo intentan reducir el dolor que la familia está atravesando. Decile cuánto los queres y que siempre vas a estar con ellos para acompañarlos en este difícil momento de la vida sin temor de hablar sobre el niño que ha muerto. Si bien muchas personas tienen miedo de hablar sobre él ya que piensan que le causarán dolor a la familia, es importante saber que los padres no se han olvidado ni un minuto de esta pérdida. Si uno no nombra al niño sólo originaría mayor daño o confusión en la familia ya que podrían creer que lo han olvidado. Si comenzás esta conversación pero el doliente no desea hablar de su hijo o sus sentimientos, hay que aceptarlo y no insistir sobre ello.
No perder contacto:
Evitá ignorar a los padres ya que esta pérdida de contacto sólo podría agravar el proceso de duelo.
El duelo dura toda la vida por lo que no finaliza en el funeral o luego del primer aniversario de la muerte del hijo. Mentenete en contacto con frecuencia para saber cómo está y si necesita ayuda. Tampoco te olvides de los hermanos del hijo perdido que también estarán atravesando su duelo. Los más pequeños del hogar también están heridos y confundidos pero no suelen demostrar este dolor para así evitar mayor sufrimiento a sus padres. Hablá con ellos para saber cómo se sienten y tomate unos minutos para compartir juegos.
Cuando un niño muere, la familia se desmorona emocionalmente. Recordá que es natural que te sientas impotente ante esta desgarradora realidad pero es importante que demuestres tu apoyo a la familia a través de acciones cotidianas que permitan llegar a una solución positiva de su dolor.